Se excavó un altar de bronce de un foso de sacrificio en las ruinas de Sanxingdui.

Un altar de bronce y un dragón con nariz de cerdo se encuentran entre un tesoro de elementos descubiertos en fosas de sacrificio que arrojan nueva luz sobre los secretos enterrados de una antigua civilización china.

Los arqueólogos anunciaron el lunes la serie “significativa” de hallazgos en las ruinas de Sanxingdui en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, según el equipo detrás de la excavación y la agencia de noticias estatal Xinhua.

Un equipo que incluía académicos de la Universidad de Pekín y la Universidad de Sichuan encontró miles de elementos, incluidos intrincados elementos de bronce, oro y jade, y lo que llamó el descubrimiento sin precedentes de 10 bronces. Los expertos dicen que los hallazgos se remontan a entre 3.000 y 4.500 años.

Descubierto a finales de la década de 1920, Sanxingdui es uno de los sitios arqueológicos clave de China. Los expertos creen que sus tesoros pertenecieron al antiguo reino Shu, que se remonta a 4.800 años y duró 2.000 años.

Los nuevos hallazgos provienen principalmente de lo que los arqueólogos llaman fosos de sacrificio 7 y 8, siendo lo más destacado una caja de bronce con una tapa en forma de tortuga que contiene artefactos de jade, incluidas cabezas de dragón. Se encontraron rastros de tela de seda alrededor de la caja.

Una caja de bronce con artefactos de jade en su interior se encontraba entre los hallazgos en un foso de sacrificio.

“No sería exagerado decir que el barco es único en su tipo, dada su forma distintiva, su fina artesanía y su ingenioso diseño.

Aunque no sabemos para qué se utilizó esta vasija, podemos suponer que los antiguos la atesoraban”, dijo Li Haichao, profesor de la Universidad de Sichuan que está a cargo de la excavación en el pozo 7, según Xinhua.

Se discute el papel de las fosas y su uso. Un académico, Chen Shen, argumentó en un libro de 2002: “Algunos creen que las fosas son una especie de entierro, pero sin esqueletos humanos; el cuerpo podría haber sido reducido a cenizas como resultado de una ceremonia ritual de quema”.

Se encontraron fragmentos quemados de marfil en un pozo y la presencia de cenizas, posiblemente restos de materia arbórea y vegetal utilizada como combustible, ha llevado a los arqueólogos a especular que se colocaron cajas en los pozos para ser quemadas.

En el pozo 8, los arqueólogos encontraron trabajos de bronce aún más elaborados, incluidas cabezas con máscaras de oro, un altar y un dragón con nariz de cerdo.

Una curiosa escultura de tres partes representa una serpiente con cabeza humana con ojos, colmillos y cuernos saltones. La parte superior de la cabeza se asemeja a una antigua vasija de vino con forma de trompeta.

Ran Honglin, del Instituto Provincial de Investigación Arqueológica y Reliquias Culturales de Sichuan, dijo que algunos elementos de la escultura eran típicos del reino Shu, mientras que otros se veían en artículos de la dinastía Zhou.

“Estos tres factores ahora se combinan en un solo artefacto, lo que demuestra que Sanxingdui es una parte importante de la civilización china”, dijo a Xinhua.

“También se han visto más reliquias culturales desenterradas en Sanxingdui en otros lugares de China, lo que demuestra el temprano intercambio e integración de la civilización china”, añadió Honglin.

Se excavó una cabeza de bronce de un foso de sacrificio en Sanxingdui.

“Las esculturas son muy complejas e imaginativas, reflejan el mundo de hadas imaginado por la gente en ese momento, y demuestran la diversidad y riqueza de la civilización china”, dijo Zhao Hao, profesor asociado de la Universidad de Pekín que dirigió la excavación del pozo 8. Xinhua.

El instituto dijo que ya se han encontrado unos 13.000 objetos en Sanxingdui desde que comenzaron las excavaciones en los años 1980.

El sitio de 12 millas cuadradas fue descubierto accidentalmente a fines de la década de 1920 por un granjero de la provincia de Sichuan que estaba reparando una zanja de aguas residuales. Se considera uno de los hallazgos arqueológicos chinos más importantes y uno de los mayores descubrimientos del mundo del siglo XX.

Miembros de la Administración Nacional del Patrimonio Cultural de China han estado trabajando en el sitio en la ciudad de Guanghan, en la provincia de Sichuan, en el suroeste de China.

Los hallazgos pintan un vívido cuadro de la vida en la antigua China. Se encontraron pequeños fosos de sacrificio y restos sacrificados de ganado vacuno y jabalíes junto a juncos, bambú y soja.

La mayoría de historiadores y arqueólogos pensaban anteriormente que el lugar de nacimiento de la civilización china era la cuenca del río Amarillo en el norte de China. Pero el descubrimiento de Sanxingdui y su excavación en la década de 1980 desafiaron esas suposiciones.

Se espera que los nuevos hallazgos se muestren en una exposición en el Museo Sanxingdui, cerca de la ciudad de Guanghan, en 2023.

El misterio ha rodeado el destino de las sociedades que crearon los artefactos encontrados en Sanxingdui. La evidencia muestra que en algún momento abandonaron el área y se mudaron a la antigua ciudad de Jinsha, cerca de la moderna ciudad de Chengdu. Algunos estudiosos creen que el movimiento fue causado por un terremoto hace 3.000 años.