El vecino lo llevó al hospital. Cuando llegó, Emily Martin, una veterinaria de la clínica, dijo que sabían que tenían que actuar rápido para salvar la vida del pobre perro.

aunque lograron salvarle la vida, tuvo que permanecer algún tiempo en la clínica para recuperarse por completo. Emily, que salvó la vida del perro, comenzó a encariñarse con el perro y se hicieron muy cercanos. Dijo que trataba a todos sus pacientes por igual, pero esta vez estaba muy apegada a ese perro.

Dijo que cuando se corrió, gritaba de dolor, tenía quemaduras alrededor de los ojos, la boca, las orejas, el vientre. Pero se calmó cuando uno se sentó con él y le cantó.

Como Taka necesitaba más tiempo para recuperarse, su familia accedió a que se quedara en la clínica. Pero como la clínica no estaba abierta por la noche, Emily sabía que sería difícil para el perro quedarse allí toda la noche solo. Así que decidió llevar a Taka a su casa durante la noche.

Como taka no estaba bien, Emily permaneció despierta toda la noche para cuidar de taka. Así que cuando vino a trabajar al día siguiente, estaba muy cansada. Durante el descanso, ella simplemente entró en la perrera tata’a, se acostó junto a él y durmió.

la forma en que dormía junto a tata fue muy conmovedora y una de sus compañeras de trabajo les tomó una foto muy emotiva a las dos. Emily dijo que estuvo despierta con él toda la noche en su casa, por lo que estaba muy cansada. Se encariñó tanto con Taka que pensó en adoptarlo. En casa tiene a sus cinco perros de rescate. Deseamos que taka se recupere pronto.